La ciudad de Edimburgo
Edimburgo, capital de Escocia desde 1437, es uno de los destinos más populares del Reino Unido y ostenta el título de la segunda ciudad más grande del país, tras Glasgow. A pesar de no ser una metrópoli de gran tamaño con sus 477.660 habitantes, su rica historia y encanto natural la hacen esencial para los entusiastas de los viajes.
Situada en la costa este de Escocia, Edimburgo es el escenario perfecto para unas relajantes vacaciones. Se alza sobre el fiordo del Río Forth, dándole un encanto costero único. Gracias a su ubicación, cuenta con un puerto expansivo y está rodeada de fértiles tierras que realzan su belleza.
En cuanto a su nombre, se piensa que "Edimburgo" proviene de una antigua palabra inglesa, "Din Eidyn", que se traduce como "El fuerte de Eidyn". Este nombre refleja el origen de la ciudad: un punto estratégico para la vigilancia y defensa, así como un acceso crucial al mar.
Video sobre Edimburgo
Aquí te dejo un vídeo muy representativo sobre lo que te vas a encontrar en tu viaje a Edimburgo.
Resumen historia de Edimburgo y Escocia
Los primeros rastros de asentamientos en Edimburgo nos llevan de a la Edad de Bronce. Es bastante fascinante pensar que los celtas, influenciados en parte por la tribu anglo de Northumbria, fueron los primeros en habitar la zona. Pasaron unos cuantos siglos hasta que, alrededor del año 950 d.C., Edimburgo fue tomada por los escoceses durante el mandato de Indulf, hijo de Constantino II.
Saltando un poco en el tiempo, la alta Edad Media fue un periodo decisivo para Edimburgo y toda Escocia. Fue entre los siglos X y XI cuando la cultura gaélica consolidó su presencia en la región, desde el norte escocés hasta el Río Forth, donde hoy en día se asienta Edimburgo. Sin embargo, la cultura que realmente destacó en el reinado de David I fue la francesa. Así, cuando la monarquía escocesa nació, en lugar de tener un matiz gaélico, adquirió el sello "Escoto-normando", esparciendo influencias y valores franceses por toda Escocia. Durante este mismo periodo, Edimburgo evolucionó desde ser una simple fortaleza hasta convertirse en una ciudad propiamente dicha, estableciendo la corte en el castillo de Edimburgo y posicionándose, poco a poco, como la capital del país.
Pasemos a un breve repaso histórico de Edimburgo: entre finales del siglo XIII y mediados del XIV, el Reino Unido vivió momentos tumultuosos con las guerras de independencia entre Escocia e Inglaterra. Mientras Inglaterra tenía la vista puesta en anexar tierras escocesas, los escoceses defendían su autonomía con uñas y dientes. Estos conflictos, a pesar de sus devastaciones, también impulsaron el crecimiento de lugares como Edimburgo. Al final de estos enfrentamientos, Escocia obtuvo un reconocimiento parcial de su libertad; es decir, se le consideró una nación aunque seguía siendo parte del territorio británico. Y hablando de esta época, no podemos olvidar a William Wallace, el héroe que encabezó muchas de estas batallas y cuya vida inspiró la película "Braveheart", protagonizada por Mel Gibson en 1995.
Edimburgo jugó un papel central durante la reforma calvinista entre 1560 y 1690. En sus calles resonaban las nuevas ideas y era el hogar de John Knox, una de las figuras más emblemáticas de la doctrina calvinista. Sin embargo, hacia el año 1600, la relevancia de la ciudad empezó a decaer a medida que se gestaban los planes de anexar Escocia a Inglaterra. El primer intento lo hizo Jacobo VI al asumir el trono inglés en 1603, llevando la corte desde Edimburgo hasta Londres. Pero el verdadero golpe llegó en 1707 con la Ley de Unión, que dejó a Edimburgo en un segundo plano en el escenario político.
El siglo XVIII vio a Edimburgo renacer como epicentro cultural y cuna de mentes brillantes que dieron inicio a la Era Ilustrada. Destacan figuras como David Hume, recordado por su "Tratado de la Naturaleza Humana", y Adam Smith, a menudo etiquetado como el fundador de la economía moderna. Fue, sin duda, un periodo dorado para Edimburgo, que vivió un boom demográfico y una expansión urbana significativa. Por este motivo, paseando por Edimburgo, te encontrarás con dos facetas distintas: la "ciudad vieja", que conserva su encanto antiguo, y la zona que se desarrolló entre los siglos XVIII y XIX, ubicada principalmente al norte. Este crecimiento poblacional se debió en gran parte a la llegada de inmigrantes irlandeses que, huyendo de las penurias en su tierra natal, dejaron una marca indeleble en la cultura y arquitectura de la capital escocesa.
Edimburgo y Escocia en la actualidad
Aunque Escocia sigue siendo parte del Reino Unido, hay fuertes movimientos independentistas que buscan su autonomía. Un avance significativo tuvo lugar en 1997, cuando se restableció el Parlamento Escocés, otorgándole la autoridad para decidir sobre cuestiones clave relacionadas con la economía y la organización social de la nación. Como era de esperar, este Parlamento tiene su sede en Edimburgo.
El referéndum
En 2014, se celebró un referéndum en Escocia para sondear a la población sobre la posibilidad de independizarse del Reino Unido. La mayoría optó por seguir siendo parte del Reino. Sin embargo, tras el referéndum del "Brexit" en 2016, donde los británicos decidieron abandonar la Unión Europea, ha crecido el número de escoceses que desean un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia.